¿Cómo proteger tu salud visual?
Ser estudiante en esta nueva normalidad que trajo la pandemia, implica estar frente al monitor y celular, más tiempo del que anteriormente acostumbrábamos, por lo que cuidar tus ojos es algo vital porque en caso de no hacerlo, tu rendimiento escolar podría verse afectado, así que en la entrada del día de hoy te decimos cómo proteger tu salud visual.
No te duermas con los lentes de contacto puestos.
Aunque existen lentillas especiales para dormir con ellas, la mayoría no lo son por lo que si lo haces la córnea no recibirá un aporte de oxígeno suficiente, pudiendo aparecer edemas corneales y úlceras.
Hay estudios que nos dicen que en el caso de las lentes de contacto de uso prolongado a pesar de ser especiales para dormir con ellas, el riesgo de desarrollar una úlcera corneal se multiplica respecto a utilizar una lente solo durante el día.
Existe otro riesgo muy importante derivado de dormir con lentillas que es la posible contaminación con algún tipo de bacteria o virus por no esterilizarlas diariamente.
Si usas lentes de contacto de quitar y poner todos los días realizando un correcto uso de las soluciones de mantenimiento es muy difícil que pueda aparecer una infección.
Si por error duermes algún día con lentillas no te las quites inmediatamente tras despertarte.
Espera mejor 20-30 minutos con los ojos abiertos y antes de sacarlas ponte una gota o más de lágrima artificial en cada ojo.
Evita tallarte en exceso los ojos.
A veces nos pican los ojos y deseamos frotarlos para aliviar ese picor, pero hay que intentar no hacerlo o si se hace que sea de un modo muy suave y siempre con los párpados cerrados.
El frotar los ojos puede provocar una inflamación mucho mayor y extenderla rápidamente, sobre todo si es de tipo alérgico.
Lo ideal sería, en lugar de frotarlos, poner una gota para los ojos para aliviar el picor (si está en la nevera te aliviará más).
No usar gafas de sol.
El uso de gafas de sol es necesario para proteger nuestros ojos de la radiación ultravioleta ya que dicha radiación produce alteraciones como cataratas, quemaduras en córnea, etc.
Alimentarte sanamente.
Uno de los consejos imprescindibles para cuidar de la vista es llevar una dieta equilibrada. No sólo, como se suele decir, son las zanahorias buenas para los ojos.
Los alimentos antioxidantes son muy importantes en nuestra dieta, así como las vitaminas A, C y E, que poseen propiedades beneficiosas para la vista.
Dile adiós al estrés ocular.
Cuando nos pasamos la mayor parte de nuestro tiempo frente al ordenador, televisor, leyendo con dispositivos móviles, es inevitable sufrir de estrés ocular.
Una buena ejercitación es la clave.
Será bueno para tus ojos que cada 20 minutos retires la vista del ordenador, libro o televisor y enfoques durante 10 a 15 segundos un objeto que se encuentre alejado.
A continuación, observa algo cercano durante otros 10 a 15 segundos.
Revisiones periódicas.
Muchos de los problemas relacionados con la vista y los ojos no presentan síntomas o signos evidentes.
De ahí, que sea tan importante realizarse revisiones oculares periódicamente. Tienes que tener en cuenta que el 50% de los casos de pérdida de la visión puede prevenirse gracias a un reconocimiento visual anual.
¿Cómo elegir una carrera universitaria?
Algunos de nosotros, desde que éramos niños, teníamos claro cuál era la carrera que queríamos estudiar, pero algunos otros, batallan con saber a qué se quieren dedicar el resto de su vida, por lo que en el blog de hoy te exponemos ¿Cómo elegir una carrera universitaria? Y no morir en el intento.
Define qué te gusta.
Lo primero que debe considerar al elegir una carrera universitaria es lo que le gusta hacer. No te dejes guiar por la carrera mejor pagada tal vez esa rama no sea tu agrado y estudiar algo que no te gusto solo por obligación no te dará buenos resultados.
En este punto puede ayudarte hacer una lista con tus fortalezas y debilidades, lo que puede ayudarte a evaluar qué tipo de carrera estudiar.
¿Licenciatura o ingeniería?
Las licenciaturas responden a problemas de la vida cotidiana, donde el poder de decisión se acompaña de elementos como la investigación y la innovación, así como de conocimientos en el campo de los negocios, las ciencias sociales y las humanidades.
Las Ingenierías tienden a un enfoque más técnico y científico, relacionado en gran medida con nuevas tecnologías, procesos, etc.
Campo laboral.
Está muy bien estudiar lo que te gusta pero, ¿de qué te sirve si nadie quiere contratar a una persona con tu titulación? Hay carreras que lamentablemente tienen pocas salidas laborales, mientras que otras no pueden cubrir la demanda por falta de gente cualificada. Trata de buscar el equilibrio entre estudiar lo que te gusta y que además puedas ejercerlo. ¿O quieres estar con tu diploma y preparando hamburguesas? Para eso te puedes ahorrar muchos años de universidad.
Tiempo que le quieres dedicar a tu carrera.
Por lo general todos los estudios universitarios tienen una duración similar. No obstante, existen otras carreras en las que es muy recomendable especializarse y estudiar un posgrado. Analiza si tienes ganas de alargar por tantos años tus época como estudiante o si prefieres poder comenzar a trabajar en un tiempo razonable.
Investiga de qué se trata la carrera que quieres estudiar.
No te quedes con el nombre y profundiza un poco más en todos los aspectos que abarca lo que quieres estudiar. A veces podemos llevarnos una desagradable sorpresa cuando vemos el plan de estudios de una carrera y poco tiene que ver con lo que pensamos. Por ejemplo, es muy divertido pensar que si estudias informática vas a estar todo el día desarrollando videojuegos o te vas a convertir en un hacker. Lamentablemente descubrirás que el primer año tendrás más asignaturas de matemáticas que de cosas relacionadas con la computadora.
Realiza un test vocacional.
Por último, re recomendamos que hagas un test vocacional que te dará opciones para estudiar de acuerdo a tus aptitudes.
Y si luego de elegir una carrera, consideras que no fue la adecuada, recuerda que nunca es demasiado tarde para cambiarla.
¿Qué es y como lidiar con la ansiedad en la universidad?
Los problemas psicológicos son muy comunes dentro de la comunidad universitaria: tareas, proyectos y exámenes finales son cuestiones que conllevan una gran carga de estrés para los alumnos, razón por la que en la entrada del día de hoy, te traemos un blog donde te explicamos cómo lidiar con la ansiedad universitaria.
¿Qué es la ansiedad?
Los profesionales en psicología concuerdan en que la ansiedad aparece como un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo ante el estrés, por lo que suele ser un trastorno muy común entre los estudiantes que puede aparecer y desaparecer rápidamente, o manifestarse de manera crónica, causando serios problemas de salud.
Síntomas.
Los diferentes tipos de trastornos de ansiedad pueden tener síntomas diferentes. Pero todos muestran una combinación de:
- Pensamientos o creencias ansiosos difíciles de controlar: Le hacen sentir inquieto y tenso e interfieren con su vida diaria. No desaparecen y pueden empeorar con el tiempo
- Síntomas físicos, como latidos cardíacos fuertes o rápidos, dolores y molestias inexplicables, mareos y falta de aire
- Cambios en el comportamiento, como evitar las actividades cotidianas que solía hacer
El uso de cafeína, otras sustancias y ciertos medicamentos pueden empeorar sus síntomas.
No te preocupes de más.
Una de las facetas que se ve con mayor frecuencia en la ansiedad universitaria, es la autocrítica. Sin embargo, lo ideal es que comiences a tratarte como deseas ser tratado por los demás. Por lo tanto, no te concentres en tus errores y anímate para alcanzar tus objetivos académicos.
Busca un hobbie.
Necesitas algo que mantenga tu mente ocupada fuera del horario escolar, por lo que te recomendamos hacer ejercicio o tomar una clase de baile con tu música favorita, divirtiéndote mientras cuidas tu salud física.
No temas en buscar ayuda.
Si a pesar de lo anterior, sientes que la ansiedad no desaparece, no dudes en acudir con un psicólogo para exponerle qué es lo que te está sucediendo, no debes de dejarlo a la ligera, ya que es un problema psicológico perfectamente tratable pero que en caso de no prestarle atención, sólo puede ir empeorando.