¡Ah! Qué lejanas se ven esas épocas en que éramos niños felices (mentira, lo seguimos siendo), pero si algo es cierto es que de pequeños creíamos muchas cosas que no siempre tenían sentido, así que Nerdito Blog les trae una entrada interesante en la que recordaremos algunas de las cosas que creíamos cuando éramos chicos.
Los papás siempre sabían cuando estabas mintiendo.
A veces llegábamos a creer que tenían un súper poder para descubrirlo o que, tal y como señala el cuento de Pinocho, nos crecía la nariz, pero no. Seguramente nos delataba nuestro nerviosismo o el cambio en nuestra temperatura, situación que en efecto sucede y que a muchos de nosotros, nos genera que nuestro rostro se torne de color rojo.
Comer chocolate hace que te salgan granos.
Y así nos la pasamos, traumados porque no queríamos tener granitos por el exceso de grasa que contenía el chocolate, pero todos los papás nos decían eso. La realidad es que los cambios hormonales o la predisposición de tu piel a tener acné, es lo que en realidad hace que te salgan.
Si te metes a la alberca luego de comer, es malo.
A todos nos tocó que nos prohibieran meternos al agua por al menos dos horas luego de haber comido. y ¿Por qué? Porque nuestra mamá así lo decía, y si bien es cierto que no tengas que esperar horas y horas para volver a meterte al agua, también lo es que si comiste mucho recién y te metes, el resultado no será el mejor precisamente.
Por nada del mundo te tragues el chicle.
Recuerdo haberme pasado por accidente una vez el chicle y pensado que, de acuerdo a lo enseñado por mis padres, se me quedaría pegado en las tripas.
“A tu edad yo ya trabajaba”.
Y en lugar de “trabajaba” puedes sustituir por cualquier otra frase, “yo ya tenía carro”, “yo ya tenía casa”, etc.
“Cuando seas grande, lo entenderás”.
Y la neta es que no, seguimos sin entender un buen de cosas :(…